La mayoría de los que ha sobrevivido esta prueba, no mandan la creación al mundo exterior - al redactor. ¡Sobre, no! Es incluye la posibilidad del fracaso, y para él no son preparado.
Discuto nunca las obras, y deseo aun menos discutir el trabajo de mis colegas. En cuanto a la influencia de la literatura fantástica en las personas, estoy demasiado cerca a su centro para juzgar. ¿Y que sufrimientos puede tener el autor en relación al trabajo? Él trabaja uno, en la sociedad solamente la máquina de escribir. Casi todo que puede pasarle, es un terremoto.
Quinto: debéis tenerlo en el mercado, mientras no lo compren.
Los escritores - todos los escritores, incluso los profesionales viejos, cubiertos con las cicatrices, - se enorgullecen extraordinariamente a los niños de los cerebros. Son listos a ver más bien al primogénito presente comido por los lobos, que sobrevivir el dolor porque es rechazado su manuscrito. Así que muchos prefieren leer el manuscrito en voz alta a los esposos y los amigos mártires.
Es todo. ¡Es la fórmula segurísima para conseguir la publicación de cualquier - cualquiera! - la obra. Pero tan raramente alguien sigue a todo a cinco reglas, contando que la profesión del escritor es y sin aquel el trabajo fácil. Aunque la mayoría de los escritores-profesionales son no sensatos, no inteligentes y no muy proizvoditelny. Es que estas reglas funcionan solamente sucesivamente, y no paralelamente. Si "pasáis" un de ellos, os derrumbáis por completo - y su obra no será publicada.
Nueve de diez, que hablan que quieren escribir, nunca esto no hacen. Se Queda cinco millones.